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martes, 28 de octubre de 2014

Angustia y Correlatividades.

Hoy dos cosas me motivaron para escribir. Hacía mucho que no lo hacía. La primera, es que en este día/noche de tormentas fuertes, se me cruzó por la cabeza el velero Argentino, el Tunante II, desaparecido con cuatro tripulantes a bordo, hace más de 60 días. Fué inevitable que mi cabeza no se ponga en ese lugar, y no sentir angustia por ello durante varios ratos. Lo segundo, fué una situación que concía, pero la tenía en el olvido, y que tal vez, potenciada por la anterior, no hizo más que aumentar ese sentimiento de angustia y sumar otros como molestia, desgano, y fastidio entre otros, los cuales perduraron hasta que comenzé a escribir. Resulta que en parte del sistema educativo, por ejemplo, el terciario y el universitario, existen lo que se denominan "materias correlativas". Básicamente, esto que un día a una persona o grupo de personas, se le ocurrió inventar y normalizar mediante resoluciones y leyes dice que, teóricamente, si vos no aprobás cierta materia, no podés cursar otra, porque desde algún punto la nueva materia depende de la anterior. ¿Porqué? Eso lo dejo para la reflexión y el debate, porque dependiendo el caso, pueden aplicar diversas respuestas. Lo que me vino a la cabeza es la incapacidad de discernir ciertas cuestiones al momento de pensar este tipo de reglamentación, que dependiendo el caso y la institución, muchas veces nos puede parecer estúpida, sin sentido y de tantas otras formas. Pongo el ejempo de un conservatorio de música, donde me encuentro más en "mi salsa" digamos. Resulta que teóricamente para poder cursar como alumno regular y/o rendir exámenes de materias pedagógicas, políticas, o filosóficas, como por ejemplo "Práctica docente", "Psicología y cultura de la educación", "Perspectiva socio-política", "Perspectiva filosófico-pedagógica", etc., el alumno debe tener un nivel de manejo instrumentista (leasé tener aprobada cierta materia correspondiente a un nivel de instrumento), en mi opinión, bastante "alto" digamos. Casi concertista. Esa gente que normalizó y reglamentó estas correlatividades, en teoría, deberían tener la capacidad de pensar, si existe relación alguna y es necesario, tocar en "alto nivel" un instrumento, para poder acceder al aprendizaje de estas materias, rendir exámen, y posteriormente, tener la posibilidad de que se le "reconozca" al alumno, sus capacidades de aprendizaje y manejo de otras áreas en un papel, que se llama analítico, y luego título universitario o título superior. Estas materias que competen a lo pedagógico, y lo educativo en distintas áreas, muchas veces tienen aplicación directa en el día a día en el aula y con los alumnos al momento de enseñar, y son de importancia esencial, al menos reglamentariamente, para obtener muchas veces, un empleo como docente. Estas "paredes burocráticas" impuestas por incervibilidad y falta de sentido común, creo yo, lo único que generan en muchos alumnos es la frustración de no poder continuar con el aprendizaje que necesitan, acreditarlo en un papel, y también genera el cuestionamiento de lo inservible y poco productivo de la normativa en determinados casos. Lejos de motivar e incluir, pienso que genera desmotivación, deserción, y repugnancia para con el sistema burocrático educativo, y hace pensar una vez más, sobre las "bondades" de ciertos países para con muchas personas a cargo de ciertas áreas, y de la toma de ciertas decisiones que afectan la vida de tantas otras personas, generación, tras generación. Los alumnos, docentes, e instituciones educativas, paradógicamente "correlativos" entre ellos, donde no son nada por separado y funcionan en conjunto, rehenes y cómplices (?) de esta cuestión.

martes, 1 de abril de 2014

Preguntas, reflexiones y ganas de escribir algo, una noche fresca y ventosa.

Porqué le preguntamos a una persona cómo está su vida, sólo cuando necesitamos algo? Generalmente, cuando recibimos un saludo, se está esperando un pedido que viene detrás. Porqué hemos generado ese hábito en nosotros, y esa sensación en el otro? Porqué no recordarle a esa persona que la queremos, que la tenemos presente, sólo por el simple hecho de REcordarle? Porqué aparentamos ser lo que no somos, o mejor dicho porqué queremos o insitimos en serlo? Porqué no responder sinceramente y con amor un saludo, un mensaje, una invitación, un "algo" que otra persona nos ofrece o siente de hacer en ese instante? Acaso... Pienso, siento, y luego acciono. Porqué pienso? Siento? "Hoy te regalo MI abrazo sincero. MI sonrisa. MI afecto. Mi oido.Te lo regalo. Sí, a vos. Hoy. Y no espero nada a cambio." Me gusta la vida llena de actos sinceros, simples, desinteresados. Actos que sorprenden. Actos sin sentimiento de pena. Actos que enamoran. Actos con Amor. Preguntas, reflexiones y ganas de escribir algo, una noche fresca y ventosa.